LINFEDEMA
El
Linfedema es una condición que aparece cuando el Sistema Linfático es afectado
o dañado; se da por diferentes causas: congénitas, cirugías, traumas,
accidentes, tratamientos para el cáncer, entre otras. Puede ocurrir en
cualquier parte del cuerpo, aunque mayormente en brazos y piernas.
Se
manifiesta como una hinchazón permanente y progresiva, la cual comprende varias
etapas, siendo la más avanzada conocida como Elefantiasis. El paciente, además
de la hinchazón, notará dureza, adormecimiento, debilidad, cambios en la
textura y apariencia de la piel, infecciones, en algunos casos dolor y hasta
dificultad para mover la extremidad. En el caso que el paciente nace con la
condición se le conoce como: Primaria de otra forma: Secundaria. No
hay edad determinada para que la condición se desarrolle o el paciente la note.
Si bien existen diferentes pruebas de imagen que facilitan el diagnóstico de un linfedema (como son la TAC, RNM, linfografía, gammagrafías), un médico versado o que conozca del tema puede dar el diagnostico.
TRATAMIENTO
La
terapia física descongestiva compleja es considerada el tratamiento más eficaz
contra el linfedema. Se trata de un conjunto de técnicas cuyo propósito es
eliminar el edema y luego procurar normalizar la función del sistema
linfático generando conductos “neolinfáticos”. Bajo esta terapia se incluyen
diversos recursos que se combinan en un solo tratamiento.
· Drenaje
Linfático Manual (DLM):
Ayuda a disminuir el volumen del miembro, y favorece la creación de vías de
drenaje alternativas.
· Cuidados
de la piel: Procuran
mantener la piel libre de infecciones que agraven el linfedema, dado que el
tejido afectado tiene menos defensas.
· Cinesiterapia: Ejercicios físicos que mejoran la
circulación de la linfa.
· Vendajes
compresivos: Permiten
mantener el efecto del drenaje linfático manual y favorecen la
reabsorción del edema. En ocasiones los vendajes compresivos pueden ser
sustituidos por medias de gradiente.
· Vendaje
neuromuscular o Kinesiotape:
Es una novedad en el tratamiento del linfedema.
Drenaje linfático manual (D.L.M.)
Se
trata de la activación manual del transporte líquido intersticial a través de
los canales prelinfáticos y de la linfa a través de vasos linfáticos. Lo
que se busca con el DLM es reproducir en forma manual aquellos
movimientos que por alguna razón el sistema linfático ya no puede hacer por sí
mismo. Con esto se pretende eliminar el edema y desarrollar
potenciales nuevos conductos linfáticos en un área determinada o una extremidad.
El DLM consiste en maniobras cuyas características principales es la superficialidad, suavidad y lentitud es de resaltar que no es un masaje. Por lo general se
inicia en una zona alejada a la enferma, pero paulatinamente avanza hacia ella
procurando lograr que los tejidos estén favorecidos para evacuar
el edema distal hacia ellos, especialmente el acumulado en la piel y
debajo de ella (el tejido celular subcutáneo, situado entre la piel y la capa
muscular). Son muchas las ventajas del DLM, tanto en sus efectos fisiológicos
como los terapéuticos. Éstos son algunos:
·
Efecto
Drenante: es el que se
provoca por la salida del líquido de los espacios intersticiales, ya sea
conduciéndolo por sus vasos naturales o bien desviándolo hacia otras áreas
funcionales, creando nuevas anastomosis (conexiones entre distintos vasos) o
abriendo vías existentes.
·
Efecto
Neurovegetativo: a
nivel del sistema nervioso vegetativo o autónomo produce un efecto sedante y
relajante, por acción sobre el sistema parasimpático.
·
Efectos
sobre la musculatura:
tanto sobre el músculo liso como estriado. Actúa sobre la musculatura de la
pared intestinal, favoreciendo el peristaltismo por lo que resulta de gran
utilidad en el tratamiento del estreñimiento. Por otra parte, tiene efectos
tonificantes sobre las paredes de las arterias y potencia el movimiento de
los vasos linfáticos. Además ejerce una acción reguladora del tono
muscular sobre la musculatura estriada.
·
Efectos
Inmunes: esto lo logra
de modo indirecto, ya que al drenar mejor los tejidos asegura un eficiente
flujo de estas células defensivas a todos los tejidos.
Cuidados de la piel
La
aparición de infecciones locales resulta sumamente amenazante para los
pacientes de linfedemas. Esto es así debido a que pueden afectar y lesionar a
los conductos linfáticos existentes y con ello agravar el linfedema. Por esa
razón es tan necesario el cuidado de la piel, que obliga a vigilar diariamente si
existen pequeñas lesiones cutáneas (padrastros, uñas encarnadas, cortes,
foliculitis, pie de atleta, etc.) en la zona afectada, y que puedan ser puerta
de entrada para infecciones. En tal situación, se hace imprescindible la
consulta por el médico cirujano vascular. Además el edema crónico produce
sequedad de la piel, aparición de lesiones eccematosas, prurito (picores) y
lesiones de rascado, una razón más para consultar el especialista.
Parte
del tratamiento contra los linfedemas implica la realización de ciertos
ejercicios físicos, diseñados específicamente para actuar en tres
niveles: 1- Primer nivel. Buscarán vaciar las cadenas ganglionares
próximas a los grandes colectores. 2- Segundo nivel. Incluye
ejercicios que buscan mejorar el trabajo de la bomba muscular linfática y
favorecen el drenaje a través del tejido intersticial. 3- Tercer nivel.
Ayudan a movilizar las articulaciones y las zonas edematizadas. Además
fortalecen la extremidad afectada. A título general, cualquier ejercicio físico
que favorezca el control del sobrepeso será favorable para quienes padecen
linfedemas. Los más recomendables son la natación. Sin embargo, se deberían
evitar ejercicios como los aeróbicos o de
fuerza muscular, que pueden ocasionar daños. Por su parte, los chorros o
compresas de agua fría son beneficiosos para disminuir el linfedema.
Vendajes compresivos
Resultan
parte fundamental del tratamiento y control del linfedema, y se realizan ya sea
con vendajes compresivos o con medias elásticas, con la recomendación general
de que se utilicen los tejidos más finos que la compresión necesaria permita.
Esto es así porque se deben evitar definitivamente zonas de estrangulamiento en
la piel, y además garantizar que la compresión sea confortable y decreciente (mayor
en pierna o antebrazo y menor en muslo o brazo). Las vendas se utilizan
mientras se realiza el drenaje linfático manual y deben ser colocadas
por el fisioterapeuta tras la finalización de cada sesión y mantenidas durante
el descanso nocturno. Las medias elásticas hechas a medida deben ser formuladas
por el cirujano vascular. Al igual que las vendas, se utilizan al concluir la
sesión de DLM. Por lo general su colocación puede ser dificultosa, sobre
todo para pacientes mayores, razón por la cual la fisioterapeuta debe dar un
entrenamiento en su postura. Deben colocarse por la mañana después del baño y
retirarlas al finalizar el día. Para la colocación del vendaje compresivo es
necesaria la asistencia de la fisioterapeuta entrenada.
Se
trata de una técnica nacida hacia la década de 1970 en Corea y Japón. Se trata
de una cinta elástica adhesiva fabricada con un grosor, peso y elasticidad
similares al de la piel humana. Además de ser hipoalergénica, es resistente al
agua y elástica longitudinalmente. Fue desarrollada para facilitar los
movimientos y simularlos durante el reposo, ayudando en la función muscular sin
limitar los movimientos corporales. Basada en el concepto de que la actividad
muscular es imprescindible para recuperar la salud, la kinesiotape logra
mejorar la circulación sanguínea y linfática, pero además tiene efectos
analgésicos, mejora de la movilidad articular y normaliza el tono muscular. El
mecanismo de actuación sobre el linfedema se genera al producir una elevación
de la piel, creando más espacio en la zona del subcutáneo, donde se encuentran
los vasos iniciales linfáticos (linfangiones), los capilares y diversos
receptores aferentes y eferentes. Tal elevación disminuye de modo inmediato la
presión, restableciendo la circulación sanguínea y la evacuación linfática.
Pero además, el movimiento del paciente provoca que el kinesiotape realice un
bombeo que estimula la circulación linfática durante todo el día. La colocación
del kinesiotape dependerá de la zona a tratar. No obstante, lo común es que se
recurra a tiras largas y finas con una ligera tensión. Es muy importante la
dirección de colocación de las tiras para favorecer el retorno linfático en el
sentido correcto, procurando lograr una anastomosis artificial. Como efecto adicional,
el kinesiotape favorece la cicatrización, ayuda a eliminar o reducir
adherencias y facilita la circulación linfática a ambos lados de la cicatriz.
También se utiliza con éxito para ayudar en la reabsorción de las equimosis.
Esta técnica sólo debe ser practicada por personal calificado.
Alguna
contra-indicación: - No se debe aplicar en zonas recién irradiadas, recién
intervenidas o que presenten heridas recientes. - Está contraindicado
cuando existe trombosis, ya que el aumento de la circulación sanguínea puede
provocar que se libere un trombo. - Hay que tener cuidado con las dermatitis,
alergias o eczemas en la piel.
Otros
Existen
otros tratamientos que pueden utilizarse para el linfedema, entre ellos algunos
de carácter farmacológicos. Los diuréticos
deben evitarse ya que utilizados a largo plazo producen efectos secundarios que
pueden empeorar el cuadro. La presoterapia es útil
como complemento del drenaje linfático. Las dietas son un complemento,
pero sólo cuando procuran evitar sobrepeso, evitando el consumo de grasas y el
exceso de proteínas.
CUIDADOS DE UN LINFEDEMA
1.
Mantener
el brazo o la pierna elevada por encima del nivel del corazón siempre que sea
posible. Evitar movimientos circulares rápidos de brazos y piernas para que no
se acumule sangre en la parte exterior de las extremidades.
2.
Limpiar
diariamente y aplicar cremas hidratantes sobre la piel del sector afectado.
3.
Es
clave evitar lesiones o infecciones en la zona afectada.
4.
Para
el caso de las pacientes mastectomizadas se tienen otros cuidados de mucha
importancia.