TRATAMIENTO DE VARICES
¿QUÉ ES?
La insuficiencia
venosa crónica, también conocida como varices o venas varicosas, son venas
hinchadas a causa de una acumulación anormal de sangre debido
a la debilidad, a menudo heredada, en las paredes y válvulas de las venas
superficiales. Esto hace que las venas se ensanchen y se dilaten, de manera que
la sangre se acumula fácilmente cuando una persona permanece de pie durante
mucho tiempo.
“Cuando
la vena se dilata no cumple su función. Éstas se encargan de realizar el
retorno sanguíneo al corazón y eso implica que el flujo tenga que ir contra la
gravedad: desde el pie hacia el corazón”, “Las venas tienen unas
válvulas que impiden el retorno de ese flujo sanguíneo hacia el pie y facilitan
la subida. Sin embargo, si la vena está dilatada, las válvulas no cumplen su
función y el flujo se invierte, lo cual provoca que aumente la dilatación y se
produzcan problemas como edemas, hinchazón de la pierna o, en fases más
avanzadas, úlceras o flebitis (trombosis de una variz), entre otras.
Esta
patología es mucho más frecuente en la mujer. La aparición de las
varices es hasta cinco más frecuente en ellas que en los hombres. Se da
habitualmente en las venas de las piernas, sin
embargo, también pueden afectar al esófago, la región anal o los
testículos.
CAUSAS
Entre
las principales causas de la aparición de varices destacan tres.
La tromboflebitis provoca
el mismo efecto. En este caso, son trombos, o lo que es lo mismo, coágulos, los
que dificultan la circulación. Esta situación puede darse, por ejemplo, tras
prolongados periodos de reposo en cama.
La
tercera causa más probable para la aparición de varices es el embarazo.
Por suerte, las varices que aparecen durante el período de gestación son secundarias
y tienden a desaparecer entre dos y tres semanas después del parto.
SÍNTOMAS
Las
manifestaciones clínicas más comunes son:
- Pesadez
de piernas.
- Aparición
de varices con venas visibles.
- Edema.
- Hinchazón.
- Aparición
de dolor.
- Calambres.
- Sensación
de acorchamiento.
- En
fases más más avanzadas de la enfermedad pueden aparecer úlceras venosas,
dermatitis ocre (oscurecimiento de la piel), o el sangrado en varices
complicadas.
En
la actualidad no existe ninguna medida que ayude a prevenir la
aparición de las varices.
El uso de las medias de descanso o de gradiente de leve presión. No
obstante, un estilo de vida saludable, realizar ejercicio físico, si una persona tiene riesgo de desarrollar varices, éstas
estén más controladas.
TIPOS
Existen
diferentes formas de clasificar las varices. La principal, a nivel médico, es
la clasificación CEAP, que establece una graduación de las varices en función
de la presentación clínica, de la etiología, de la anatomía de la vena y de la patofisiología
de la misma.
A
nivel general se pueden establecer dos tipos:
- Varices
tronculares: Pueden
presentar diferentes grados de dilatación y son las varices propiamente
dichas: venas dilatadas y que pueden ser más o menos visibles.
- Varices
superficiales: Es
el tipo más frecuente conocido como telangiectasias o arañas vasculares,
son varices de pequeño tamaño muy visibles que suelen causar preocupación.
“Este tipo d variz no suele tener mayor significación patológica, suele
ser un problema principalmente estético, no suele provocar emblemas en la
piel de oscurecimiento o de dermatitis, ulceraciones o flebitis”.
DIAGNÓSTICO
La
primera recomendación que deben seguir los pacientes para que se les realice el
diagnóstico es acudir a un especialista de cirugía vascular. El experto está
plenamente capacitado para, sólo con la clínica y una exploración física, dar
un primer diagnóstico que suele ser bastante certero.
Las
varices son una enfermedad degenerativa y progresiva que, generalmente, no es
grave, pero resultan anti-estéticas y pueden causar molestias. En muchos casos,
el tratamiento de las varices será paliativo, es decir,
servirá para aliviar la sintomatología y evitar o retrasar su progresión. En
otros, pueden curarse definitivamente.
Debe
plantearse el tratamiento en el caso de las varices desarrolladas, las que han
producido alteraciones en la piel o grasa subcutánea, y aquellas en las que se
quieren evitar futuras complicaciones (riesgo de tromboflebitis, úlceras o
hemorragias). Por motivos puramente estéticos pueden tratarse las varículas o
las arañas vasculares.
En
este apartado se relacionan brevemente los diversos tratamientos de las varices
disponibles. No obstante, es importante resaltar que, antes de iniciar
cualquier terapia, es preciso consultar con un profesional cualificado, que
aconsejará sobre las técnicas más adecuadas en cada caso, y las ventajas e
inconvenientes de las mismas, así como sus posibles contra-indicaciones o
complicaciones.
Medidas físico-higiénicas
Consisten
en la corrección de los factores que dan lugar a la aparición de varices y que
se describen en el siguiente apartado de prevención. No curan las varices, pero
mejoran los síntomas y evitan el desarrollo de complicaciones. Se debe
controlar el sobrepeso y realizar ejercicios que favorezcan el retorno
venoso mediante el desarrollo de la musculatura de las piernas. Es
importante la higiene cuidadosa y la hidratación de la piel de las piernas. En
la mayoría de los casos es recomendable el uso de medias elásticas de
compresión.
Fármacos
para las varices
Existen
numerosos medicamentos que actúan aumentando el tono de la pared venosa, o
mejorando la reabsorción del exudado, y otros que ayudan a aliviar los síntomas
o tratar las complicaciones. Son fundamentalmente útiles, como medidas
complementarias al resto de tratamientos.
Entre
los medicamentos que más se utilizan en el tratamiento de las varices destacan:
Para
aumentar el tono venoso
Cuando
la vena está afectada por varices, su pared se dilata y debilita. Hay
medicamentos que vuelven a dar firmeza a la pared alterada y reducen la
extravasación de plasma, proteínas o agua en el tejido que rodea a los vasos,
impiden la formación de edemas y reducen los ya existentes, como:
- Extracto
de Ginkgo biloba.
- Flavonoides.
- Escina.
- Extracto
de centella asiática.
- Extracto
de castaño de indias.
- Troxerutina.
Anticoagulantes
de uso tópico
Impiden
la formación de trombos, facilitando la circulación y limitando o eliminando
los acúmulos de glóbulos rojos en los tejidos.
Para
el tratamiento de las complicaciones es necesario administrar también otros
medicamentos, entre los que se pueden citar:
- Analgésicos.
Para aliviar el dolor.
- Antibióticos.
Se aplican cuando hay alguna infección, y a veces como refuerzo en el
tratamiento de las úlceras.
- Anticoagulantes.
Además de los usados localmente, si hay riesgo de trombos a veces es
necesario usarlos a nivel general.
- Anti-inflamatorios.
Para reducir la inflamación, ya sea debida al edema o a otras
complicaciones.
- Cicatrizantes.
Principalmente para el tratamiento de las úlceras varicosas.
- Corticoides.
Están indicados cuando hay alteraciones en la piel o eccemas.
- Diuréticos.
Se utilizan para eliminar líquidos y disminuir la hinchazón de las piernas
y los edemas.
Hay
otros muchos medicamentos que pueden utilizarse (siempre bajo prescripción
médica), en determinados casos, en el tratamiento de las varices y dependiendo
de la existencia, o no, de otros procesos patológicos que coincidan en un mismo
paciente.
Cirugía
para tratar las varices.
Método
tradicional o stipping
Consiste
en eliminar las venas afectadas seccionándolas entre dos ligaduras realizadas
en sus extremos y extirpándolas por tracción. Sus ramas colaterales se extraen
mediante microincisiones. Este tratamiento plantea varios problemas, pues, por una
parte, requiere anestesia general y se necesita una convalecencia más larga y,
por otra, los resultados estéticos no son muy buenos, ocasionan hematomas y
dolores y, además, con el tiempo, pueden volver a aparecer varices afectando a
otras venas.
Además,
al eliminar, generalmente, la vena safena, se impide la posibilidad de utilizar
posteriormente esta para realizar otras intervenciones como un bypass.
Es posible, a veces, al extraer la vena, que se lesione el nervio safeno, que
discurre cerca de ella, produciendo parestesias.
Microcirugía
Es
una técnica más moderna en la que se eliminan únicamente los trayectos
afectados, mediante incisiones mínimas.
Esta
técnica tiene varias ventajas sobre la cirugía tradicional, pues se realiza con
anestesia local y no precisa estancia hospitalaria, la recuperación es, por lo
tanto, casi inmediata, el resultado estético es mejor, y al suprimir solo los
trayectos afectados, se conserva la posibilidad de utilizar los tramos sanos
para un posible bypass.
Consiste
en producir la irritación de las paredes interiores de la vena (endotelio), de
manera que esta se cierre por sí misma, quedando esclerosada, es decir, como un
cordón cicatrizado sin sangre en su interior y, por tanto, prácticamente
invisible.
Su
mayor problema es la posibilidad de que, si la esclerosis no es total, la vena
pasado el tiempo pueda volver a abrirse y dejar fluir la sangre, aunque el avance
de las técnicas está reduciendo de forma muy importante esta posibilidad.
También es preciso tener en cuenta que no todas las varices pueden tratarse con
estas técnicas.
La
esclerosis se puede conseguir fundamentalmente de dos formas:
- Esclerosis
química: se
introducen en las venas sustancias químicas que producen la esclerosis de
las mismas. Pueden utilizarse varios tipos de sustancias:
- Líquidos: se introduce una sustancia
líquida que irrita la pared de la vena y hace que esta se esclerose.
- Espumas: suelen utilizarse los mismos
productos que en el caso anterior pero en forma de espuma, lo que hace que
aumente la superficie de contacto y, por tanto, la irritación del
endotelio, y haya que utilizar menos cantidad. Además, al tener mayor
contacto, la esclerosis será más completa.
- Crioesclerosis: se enfría a muchos grados
bajo cero la sustancia esclerosante, y esto aumenta su capacidad de
irritación del endotelio. Aunque este método debería considerarse como un
método mixto, pues es a la vez químico (por la sustancia que se inyecta) y
físico (por el frío).
- Esclerosis
física: se
produce la esclerosis de la vena utilizando métodos físicos como la luz
(fotoesclerosis o láserterapia) o las ondas de radio (radiofrecuencia)
que, al actuar sobre el endotelio, literalmente lo queman, haciendo que
las venas prácticamente desaparezcan. Fundamentalmente se diferencian dos
tipos:
Láser
o fotoesclerosis
El
láser es un rayo de luz de un solo color (monocroma) que es captada
específicamente por un color. Las células que tienen ese color, absorben la
energía luminosa, se calientan, y terminan por destruirse por este
calentamiento, sin que esta destrucción afecte a los tejidos circundantes. En
los tratamientos con láser de las varices lo que se calientan son los glóbulos
rojos y, al transmitir ese calor al endotelio, hacen que este se esclerose.
Se
pueden diferenciar varias formas de aplicación del láser:
- Láser
superficial: se
aplica desde el exterior, a través de la piel. Se utiliza principalmente
para tratar las varículas y arañas vasculares y pequeñas venas
superficiales. Está contraindicado en aquellas personas con la piel
oscura, en tratamiento con anticoagulantes, y en aquellas con tendencia a
cicatrización aumentada.
- Endoláser
o láser interno: se
introduce en la vena una delgada fibra óptica que durante su recorrido va
cerrando la vena afectada. No permite su utilización en venas
excesivamente tortuosas y algunos otros casos.
- Terapia
fotodinámica: es
una técnica en la que se combina el láser externo con la esclerosis
química, aplicando como sustancia esclerosante un producto que aumenta
considerablemente la eficacia del láser, lo que permite aplicarla en venas
grandes y tortuosas sin producir daños en la piel.
Radiofrecuencia
Se
utilizan ondas de radio que mediante la introducción en la vena de un catéter
con dos polos, que son los que transmiten la energía térmica a la pared del
endotelio, producen el cierre de la vena. No se puede utilizar en venas muy
tortuosas.
Riesgos
Estos
tratamientos generalmente son seguros. Pregúntele al médico acerca de problemas
específicos que usted pueda tener.
Los
riesgos de cualquier anestesia son:
- Reacciones
alérgicas a los medicamentos
- Problemas
respiratorios
Los
riesgos de cualquier procedimiento son:
- Sangrado
- Hematomas
(moretones)
- Infección
Los
riesgos de la terapia para venas varicosas son:
- Coágulos
de sangre
- Daño
a nervios
- Fracaso
del cierre de la vena
- Abertura
de la vena tratada
- Irritación
de la vena
- Moretones
o cicatrización
- Retorno
de la vena varicosa con el tiempo
Antes
del procedimiento
Notifique
siempre a su médico o enfermera:
- Si
está embarazada o planea estarlo.
- Sobre
cualquier medicina que esté tomando. Esto incluye medicamentos,
suplementos o hierbas medicinales que haya comprado sin receta.
Es
posible que deba dejar de tomar aspirinas, ibuprofeno (Advil, Motrin),
warfarina (Coumadin) y otros medicamentos que puedan evitar que su sangre
coagule.
Después
del procedimiento
Sus
piernas serán envueltas en vendas para controlar la inflamación y el sangrado
por 2 o 3 días luego de su tratamiento.
Debe
ser capaz de reanudar sus actividades normales 1 o 2 días después de haber
recibido el tratamiento. Deberá utilizar medias de compresión durante
el día por una semana tras recibir el tratamiento.
Es
posible que su médico revise su pierna utilizando ultrasonido algunos días
después del tratamiento para asegurarse de que la vena esté sellada.
Expectativas
(pronóstico)
Estos
tratamientos reducen el dolor y mejoran la apariencia de la pierna. Normalmente
provocan muy pocas cicatrices, hematomas o inflamación.
Usar
medias de compresión le ayudará a evitar que el problema reaparezca.
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