ÚLCERAS
ARTERIALES O ISQUÉMICAS
¿QUE SON?
Las
úlceras arteriales o isquémicas son lesiones que aparecen como consecuencia de
un déficit del riego sanguíneo que en forma crónica provocará la necrosis o
destrucción de la piel y tejidos profundos, siendo la obstrucción de
las arterias por "aterosclerosis" (depósito de grasa en las
paredes de las arterias) la principal causa de estas úlceras.
Generalmente
las úlceras arteriales provocan dolor intenso, son de tamaño pequeño,
profundas, secas y de coloración grisácea, negruzca o amarillentas. Además.
Debido a la obstrucción de las arterias, no se podrán palpar
los pulsos en los pies o incluso desde la pierna.
¿POR QUÉ
SE PRODUCEN?
Existen
diferentes factores que contribuyen a la aparición de este tipo de úlceras,
pero siempre estarán relacionados con la falta de
irrigación sanguínea en las piernas o pies.
El factor
de riesgo prevenible más importante que contribuye a la obstrucción de las
arterias y por consecuencia a la formación de úlcera arterial o isquémica
es el tabaquismo (fumar). Los fumadores de 15 cigarrillos o más al
día tendrán 15 veces más probabilidad de desarrollar una ulcera arterial que
los no fumadores. Otros factores de riesgo asociados a la obstrucción de las
arterias son la diabetes, la hipertensión (presión alta), la obesidad, las
dislipidemias (colesterol y/o triglicéridos elevados), la edad y el
sedentarismo. La combinación de 2 o más de éstos, incrementa aún más el riesgo.
También
puede producirse una “isquemia crítica” cuando en personas con factores de
riesgo, sufren de una trombosis (coagulo que se forma en el lugar) o
un embolismo (coagulo que viaja desde otro sitio y llega para
obstruir súbitamente), lo que motiva un tratamiento inmediato para salvar la
extremidad.
Existen otras causas menos frecuentes de insuficiencia arterial, son mucho menos frecuentes por lo que no se mencionarán en esta sección.
¿COMO SE
TRATAN?
Para
empezar, cuando el paciente es valorado por primera vez, se deberán revisar
siempre los pulsos y revisar los factores de riesgo asociados en una
historia clínica completa.
Cuando se
ha detectado una anormalidad en los pulsos se continúa con le auxilio de
métodos de estudio no invasivos como el doppler, que nos ayuda en la toma
del índice tobillo-brazo (ITB) y el dúplex que nos dará una
valoración hemodinámica.
La
presencia de úlcera arterial o isquémica es considerada la etapa más avanzada
de la enfermedad arterial periférica y por lo tanto pone
en riesgo la viabilidad de la extremidad. Debemos obtener estudios de
imagen (angio-tomografía, angio-resonancia, etc.) para considerar
la revascularización directa como forma de resolver el origen del
problema, además del tratamiento local de la úlcera como son la limpieza,
infección, zonas de apoyo o presión.
El médico especialista en los padecimientos de la circulación (angiólogo y cirujano vascular) es el encargado directo de la valoración de las úlceras arteriales que debido al peligro inminente que representan, buscará restablecer la circulación de la extremidad.
Elaboración de un Puente o Bypass: Cirugía donde a través de una arteria artificial o una vena del propio cuerpo se “salta” la obstrucción, asegurando la llegada de sangre en forma directa otra vez a la pierna o pie.
Existen
casos donde se podrán combinar ambos métodos de tratamiento y también existirán
casos en donde no sean candidatos a ningún tipo de revascularización, lo cual
significa un mal pronóstico de la enfermedad.
ARTERIA
ABIERTA DESPUÉS DE ANGIOPLASTÍA
Tratamiento
por vía Endovascular: Existirán casos donde la mejor opción será
introducir un catéter por una punción a través de la arteria, sin abrir la
piel, llegar al sitio de la obstrucción y abrirla mediante un balón que se
infla (angioplastia), pudiendo colocar un” stent” (malla metálica en forma de tubo)
que permanece en el interior de la arteria para que no se cierre.
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